Un esfuerzo más

gandhi

Hace poco que alguien me dijo que no entendía cómo una persona puede llevar al extremo a su cuerpo, a la hora de entrenar, por simple satisfacción. Es algo difícil de explicar y sé que no todas las personas entenderían tal «hazaña», de hecho hasta hace poco yo era algo que tampoco entendía.

Cuando uno corre, siente una sensación muy parecida a un paso fugaz por esto a lo que llaman vida. Uno se marca un objetivo y solo piensa en alcanzarlo, pero a la misma vez disfruta de todo el recorrido. Partiendo de esa filosofía, es mucho más fácil entender cómo alguien puede decidir destrozar sus piernas hasta no poder caminar, o llevar su cuerpo hasta tal límite que acabe vomitando y con fiebre, por el simple hecho de habérselo propuesto.

Creo que es lo que diferencia al prototipo de «persona estándar» o «normal» de aquellos que sienten la necesidad de exprimir al máximo sus vidas. Simplemente se trata de buscar los límites de nuestro ser, en este caso a nivel físico. Si nunca nos exprimimos al máximo, ¿cómo vamos a saber dónde está nuestro límite?.

Conozco gente más joven que yo que murieron hace años. Y es que morimos un poquito cada vez que dejamos de plantearnos metas, cuando abandonamos la carrera al primer obstáculo que se nos planta en el camino o cuando no damos el 100% de nosotros mismos en todo aquello que nos proponemos.

Comentarios

comments